Cartilage injuries

TRATAMIENTO

Lesión de cartílago

Lesión de cartílago

 

El cartílago articular es una delgada capa de una estructura elástica y resistente que recubre la superficie de la articulación. Es muy deslizante y resistente, de manera que permite la movilidad y distribuye la carga en la articulación sin que haya casi fricción entre sus superficies.

La lesión del cartílago articular se denomina condropatía, y según la profundidad de la lesión se divide en diferentes grados. Cuando además afecta también al hueso que está por debajo del cartílago se llama lesión osteocondral.

Frecuentemente aparecen a la misma vez que otras lesiones de la rodilla, como en la rotura del ligamento cruzado anterior, la luxación de rótula o las roturas meniscales. En estos casos se ha de tratar todas las lesiones conjuntamente. En otras ocasiones aparecen aisladas, normalmente tras una caída o un sobreesfuerzo de la rodilla.

La falta de cartílago articular produce dolor, porque el hueso pierde amortiguación y recibe directamente el peso de la carga. También puede originar derrames y bloqueos de la rodilla, sobre todo cuando un trozo de cartílago se suelta y queda libre en la articulación, en lo que se denomina ratón articular.

El diagnostico se confirma con radiografía y resonancia magnética.

Cartílago
Artroscopia

El tratamiento depende de la profundidad de la lesión (grado de la lesión), del área que abarca y de la situación en la rodilla. En los grados menos profundos se recomienda descarga de la articulación con mantenimiento de su movilidad, para que el edema óseo que existe en las primeras semanas se cure y desaparezca el dolor.  Si no mejora del todo realizamos una artroscopia para retirar pequeños fragmentos que puedan estar bloqueando la articulación.

En el grado más profundo, cuando ha desaparecido todo el cartílago, se trata de rellenar el defecto cartilaginoso. Normalmente se puede hacer por artroscopia, salvo que el tamaño de la lesión haga necesaria una técnica abierta.

Si el tamaño es pequeño utilizamos la técnica de nanorofracturas, que consiste en crear fracturas milimétricas en el lecho de la lesión para estimular el aporte de riego sanguíneo a la zona y provocar la formación de una cicatriz fibrocartilaginosa que rellene el defecto.

Si el tamaño es considerable utilizamos la técnica de autotransplante osteocondral, denominada mosaicoplastia. Consiste en obtener pequeños cilindros de cartílago y hueso de una zona sana de la rodilla y trasplantarlos a la lesión cartilaginosa, formando una especie de mosaico que cubre casi toda lesión.

En lesiones mayores que solo afectan una parte de la articulación puede estar indicada la utilización de una matriz impregnada de células cartilaginosas del paciente que han sido previamente cultivadas en un laboratorio genético. Este tratamiento requiere al menos dos intervenciones. Una para obtener una pequeña cantidad de cartílago sano del paciente (por artroscopia) y una segunda intervención con artrotomía (intervención a rodilla abierta) para implantar esta matriz.

Como complemento, en cualquiera de las técnicas anteriores solemos utilizar plasma rico en plaquetas, que aporta factores de crecimiento y contribuye a la curación.

Cuando el área de cartílago lesionado es muy extensa y está ampliamente distribuida hablamos de artrosis. En este caso los tratamientos descritos en este capítulo son ineficaces, y se ha de buscar otra solución (osteotomías, prótesis).