
¿Afecta realmente el cambio de tiempo a las articulaciones?
Muchas personas aseguran notar cuando se acercan los cambios de tiempo ya sea la temperatura o la humedad. Este aumento del dolor vienen dado en su mayoría cuando se pasa de seco a húmedo o de calor a frío pero, ¿es del todo cierto que estas condiciones puedan afectarnos e incluso llegar a provocarnos dolor?
Esta relación está avalada por la ciencia pero cabe destacar que existen muchos estudios realizados alrededor de este asunto. El primero de ellos se realizó en EEUU en New England y buscaba confirmar la efectividad de la glucosamina pero el resultado exponía otros datos interesantes como que los pacientes referían más o menos dolor en sus articulaciones al descender las temperaturas y cambiar la presión atmosférica.
Otro estudio interesante proviene de Zaragoza en el cual Javier López del Val, doctor del Hospital Clínico Universitario, apuntó durante un año las condiciones de aquellas jornadas en las que se ingresaban más personas (comparadas con otras jornadas en las que no había nadie) demostrando que en aquellos momentos en el que la temperatura bajaba y la humedad aumentaba, los pacientes llegaban a su consulta.
¿Qué explicación tiene esto? Se trata de simplemente anatomía. En la anatomía de la rodilla, en este caso, encontramos la “cápsula articular”. Esta cápsula tiene una función delimitada y aporta funcionalidad a la articulación sosteniéndola y facilitando el movimiento. Para ello, se ayuda de un líquido albergado en su interior que recibe el nombre de líquido “sinovial”.
Cuando el tiempo es estable, se produce lo que los meteorólogos llaman “presión atmosférica alta”, no hay diferencia de presión entre la cápsula articular y la exterior, por lo que no se produce ningún cambio en ella. Sin embargo, cuando llueve se produce una bajada de presión atmosférica, por lo que la presión en la cápsula articular es mayor que en el exterior y el líquido sinovial empuja contra la cápsula articular. Es por esto que se produce el dolor. Además, con el ambiente húmedo el umbral del dolor baja y el estado de ánimo cambia, ya que no recibimos la energía que nos aporta el mecanismo de la melanina activado por los rayos solares.
No podemos luchar contra el cambio de clima al pasar de una estación a otra y de cómo esto afecta a nuestra rodilla, pero en muchos casos sí podemos tratar la dolencia de dicha articulación. Llámanos y te informamos.